Scott Ian (Anthrax) se enfrenta a una dura pérdida: "Era una isla de seguridad; fue mi roca"
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Scott Ian ha sufrido una de las grandes pérdidas de su vida. El guitarrista de Anthrax está de luto por la muerte de su padre, Herbert Rosenfeld. El artista ha comunicado el fallecimiento a través de sus canales oficiales en las redes sociales con un mensaje realmente emotivo. En él, Ian repasa algunos de los momentos inolvidables junto a su padre.
Herbert fue un profesional de la joyería que vivía en Boca Ratón, Florida, y fallecía a los 83 años. Este fue el comunicado oficial con el que se despidió de su padre delante de todos sus seguidores. Comunicado completo a continuación:
Soy hijo de un buen hombre. Al crecer, mi padre fue mi constante. Era una isla de seguridad en un océano de disfunciones. La mayoría de los recuerdos más importantes de mi infancia y adolescencia son los momentos que pasé con mi padre. Ya fueran viajes a Vermont para esquiar, o ir a casa del primo Ed para verle tocar con sus colegas, o el sexto partido de las World Series de 1977, o pescar en el barco en Merrick, o darme un trabajo para que pudiera ganar dinero para comprar guitarras y amplificadores, siempre me cubría las espaldas.
Apoyó incondicionalmente mi decisión de abandonar la universidad para seguir mi pasión de estar en una banda. Esa decisión hizo que me echaran de casa, papá y mi madrastra Rhea me dejaron ir a vivir con ellos a Merrick. Papá me dijo: "Tienes que intentarlo, darlo todo y si no funciona siempre puedes volver a la escuela o trabajar conmigo". Él fue mi roca.
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Me encantaba mi trabajo con él como mensajero. Hacía entregas en la calle 47 y todos en la cuadra sabían que yo era "el hijo de Herbie". Eso me haría sentir tan orgulloso de él. Todos en la cuadra querían a papá. Había convertido mi ruta de reparto en una ciencia: el otro mensajero tardaba dos horas en hacer su trabajo, así que pensé que si volvía a la oficina en una hora y cuarenta y cinco, todo iba bien.
Mientras tanto, yo hacía mis pastillas y entregas en 20 minutos y luego me iba a pasar una hora en las tiendas de guitarras de la calle 48. Cuando volvía a la oficina, nunca me dijo que sabía que yo hacía eso, pero creo que lo sabía. También creo que sabía que me prestaba porros de su lata secreta de Sucrets. Tampoco me lo dijo nunca.
Papá era ecuánime, sólido, y le atribuyo todo el mérito de esa parte de mi personalidad, de cómo soy capaz de mantener la calma y sobrellevar situaciones estresantes. Sin su influencia nunca habría llegado a estar 43 años en una banda. Y lo más importante es cómo lo veía como marido de Rhea y como padre mío, de Jason y Sean, y como abuelo cariñoso, tonto y caradura de Revel.
Cuando encuentras a la persona adecuada, lo sabes y dedicas tu vida a hacer que esa relación lo sea todo, a hacer que tu familia lo sea todo con amor incondicional, y ese era mi padre. Somos hijos de un gran hombre. Te quiero papá. RIP Herb Rosenfeld.
