Phil Collins en Genesis: “Era el payaso de la clase sentado al fondo”

El músico tuvo que luchar por encajar entre los miembros de la banda

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A sus 73 años, Phil Collins sigue ostentando el puesto de ser uno de los músicos más exitosos, tanto en su carrera como miembro de una banda como en solitario. Después de su retirada definitiva en 2022 por diversos problemas de salud, la probabilidad de volver a verle sobre el escenario se reduce más y más, pero eso no es excusa para no rememorar en cada ocasión posible su aportación al rock.

Phil Collins nació en Londres en 1951, y ya desde una edad muy temprana se hizo evidente su don para la música y, en especial, para la batería. Sin embargo, aunque no desarrollaría su faceta como compositor hasta más tarde, cuando llegó a la adolescencia se unió a algunas bandas escolares, y probó a escribir sus primeras canciones: "La primera se llamaba “Lying, Crying, Dying”, y estaba en re menor, el más triste de los acordes [sonríe]. Era una balada muy ingenua pero sincera. Esto debió ser a finales de los 60, cuando yo tenía 15 o 16 años. Luego me fui secando hasta mediados de los 70".

Precisamente en el inicio de esa década, en 1970, cuando aún no había cumplido los 20 años, logró entrar en Genesis. Hasta ese momento había vagado de casting en casting, y cuando vio que una banda de rock que ya llevaba tres años en marcha buscaba baterista, se animó a intentarlo. Llegó el día y el batería se presentó en el lugar elegido para llevar a cabo la prueba, la casa de los padres de Peter Gabriel, una preciosa granja en medio del campo. La primera vez que se encontraron, la formación se encontraba en el patio del local con bastante trabajo por delante. Hacía un día caluroso y soleado, y como Peter Gabriel, el vocalista, sabía que iba a tener que esperar un buen rato, le propuso a Collins que se acercara hasta la piscina de la granja y se diera un baño. Así, al menos, estaría entretenido hasta que le llegase la hora de tocar. Sin embargo, Gabriel no se dio cuenta de que esta invitación le daría una tremenda ventaja a Collins.

Según se metió en la piscina para refrescarse, Phil reparó en que se podía escuchar a la banda tocar con el resto de candidatos desde fuera. Si algo no le faltaba al músico era pericia e inteligencia, así que comenzó a escuchar las pruebas de los demás y a memorizarlas hasta aprenderse todos los temas que le iban a hacer tocar. Para cuando llegó su turno, Collins supo que iba a clavarlo y, de hecho, así lo hizo. Por fin tenía su ansiado puesto en una banda de nivel.

Lo cierto es que el talento de Collins es innegable, no cualquiera vende 150 millones de discos, pero no siempre lo tuvo fácil para brillar en la música. Sus primeros años en Genesis no se lo pusieron fácil, como recordaba en una entrevista para Prog Magazine cuando le preguntaron si se sintió marginado del estrecho grupo que formaban los otros tres miembros, Peter Gabriel (voz y flauta), Tony Banks (teclados), y Mike Rutherford (bajo y guitarras): “La verdad es que no. Pero yo era esta interesante clavija cuadrada en un agujero redondo. Era el bromista, el payaso de la clase. Pero también era la única persona que tocaba con otras personas. Yo era realmente el único contacto de Génesis con el mundo exterior. Gracias a que yo andaba por ahí tocando con otra gente, les presenté a David Hentschel [productor] y más tarde a Hugh Padgham. Siempre fui yo el que buscaba y buscaba fuera de la burbuja. Pero ellos me animaron. Leí algo en el libro de Mike (su autobiografía, The Living Years), donde escribía: 'Si Phil tenía una idea, tú la escuchabas...'. Eso me conmovió mucho”.

En 1980, Collins quiso darse la oportunidad de arrancar una carrera en solitario, mientras seguía con Genesis ya como vocalista, tras la marcha de Gabriel cinco años antes. El éxito no tardó en llegarle en esta nueva faceta, y esto levantó ampollas entre Rutherford y Banks: “Tony Banks dijo: ‘Queríamos que lo hiciera bien, pero no tanto’. Es natural. Habíamos empezado a hacer Abacab; salió ‘Face Value’ (su álbum debut en solitario) y de repente empezó a triunfar. Yo estaba entusiasmado, pero cada día bajaba a The Farm [estudios] con el resto de ellos y realmente intentaba disimularlo. Lo intentaba, pero entonces se me escapaba: "Oh, In The Air Tonight acaba de llegar al número 1 en Holanda...". Me daba un poco de vergüenza, porque Tony y Mike habían grabado discos en solitario (‘A Curious Feeling’ y ‘Smallcreep's Day respectivamente’). El mío se vendía por la razón obvia, en mi cabeza, de que todo el mundo conoce al cantante, y yo era el cantante, y Tony y Mike no cantaban realmente en sus álbumes".



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