El motivo que ha llevado a cancelar el próximo documental sobre Prince

Han pasado ocho años desde aquella triste noticia que nos pilló totalmente por sorpresa: Prince, el genio de Minneapolis, había fallecido a los 57 años por una sobredosis de fentanilo. Un evento tan trágico como repentino dejó a los herederos del artista sin testamento, alargando la disputa por su patrimonio hasta el día de hoy.

En 2022 lograron gestionar el reparto de su legado entre dos empresas, Primary Wave y Prince Legacy LLC, que si bien siguen peleando por los derechos del catálogo del prolífico compositor, ahora han llegado a un acuerdo: detener el documental que se estaba haciendo sobre su vida (vía Loudwire.com).

El cineasta Ezra Edelman, que dirigió en 2016 el documental ‘O.J.: Made In America’ sobre la vida del jugador de fútbol americano acusado del asesinato de su pareja, llevaba seis años trabajando en su próximo proyecto, esta vez sobre Prince. Sin embargo, los desacuerdos con los herederos del cantante han dejado al director en la estacada. Según la revista Variety, la razón para detener la producción es que Edelman habría incluido en el metraje algunas escenas que no se corresponden con la realidad o que están representadas de una manera sensacionalista que desvirtúa la memoria de su protagonista.

Según la revista Variety, estas escenas no están relacionadas con la parte más polémica de Prince, como el uso de drogas o su vida íntima, sino con una dramatización equívoca de hechos no contrastados: “Diferentes fuentes afirmaron que los problemas tenían que ver más con el ‘control’ y que los herederos consideraban que el documental no era lo suficientemente positivo”. El medio añade que Edelman está “devastado” por la noticia pero que el compromiso para encontrar una solución sigue adelante por ambas partes.

El principio del fin de Prince

Todo comenzó con una operación por dolores en la cadera que se realizó en 2010, desde ese día todo fue a peor por culpa de la cantidad de medicamentos que tenía que tomar; ya a principios de abril de 2016 tuvo que aplazar dos conciertos de su gira en Atlanta por una inoportuna gripe, aunque pudo celebrarlos, aún renqueante, una semana más tarde, al coger el avión de vuelta a Mineápolis perdió el conocimiento, por lo que tuvieron que hacer un aterrizaje de emergencia en Illinois, allí le recetaron un tratamiento que contrarrestaba una intoxicación por opiáceos.

Aunque sus médicos afirmaban que no se sentía del todo bien, Prince hizo una fiesta en su casa y se le vio en un concierto de Lizz Wright el 19 de abril. Como veían que la cosa no iba demasiado bien, le dieron cita para un chequeo médico el 22 de abril; sin embargo, un día antes, el hijo del doctor Kornfeld, que había ido a su casa a llevarle un tratamiento para contrarrestar la adicción a los opioides y le encontró en el ascensor de su mansión inconsciente, aunque la ambulancia llegó cuando aún estaba con vida, 20 minutos después lo declararon muerto.

Una investigación detectó en su cuerpo una sobredosis de fentanilo, medicamento que se receta para dolores crónicos y severos, se trata de un narcótico de efectos muy superiores a los de la morfina y 50 veces más poderoso que la heroína.

Hoy en día la casa de Prince en Paisley Park (Minnesota) se puede visitar, pero el acceso al ascensor donde falleció está oculto tras una tapia construida para tapar aquel siniestro lugar.