Gojira: la bestial proyección de su actuación olímpica en el Arco del Triunfo de París
Tiempo de lectura: 2’
La interpretación que Gojira hizo de “Ah! Ça Ira” en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2024 ha sido proyectada en el Arco del Triunfo de París.
"Ah ! Ça ira !" ??
— France tv (@FranceTV) September 14, 2024
Après l'avoir performée avec Gojira, la chanteuse lyrique Marina Viotti revient interpréter la chanson devant l'Arc de Triomphe ! #Paris2024 pic.twitter.com/TLmCvm4PmV
La proyección contó con fuego, focos y la participación de la cantante de ópera Marina Viotti, que interpretó el tema con Gojira. Todo esto se realizó con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de París en julio.
La participación de Gojira en los Juegos Olímpicos no se anunció hasta pocos días antes de la ceremonia. La banda tocó la canción tradicional -de la Revolución- francesa “Ah! Ça Ira” en la antigua prisión de La Conciergerie, donde María Antonieta fue condenada a muerte en la década de 1790. Durante la interpretación, Viotti pasó navegando en un galeón y se lanzaron grandes cantidades de fuego y confeti rojo sangre.
Todo esto emocionó hace unos días a Rob Halford, cantante de Judas Priest: "Es mundial, ¿no?, este renacimiento del heavy metal, culturalmente, hasta el punto de que Gojira actuó en los Juegos Olímpicos. Todo el mundo explora el metal. Hay un gran ambiente ahí fuera y todo el mundo quiere conocer a todas estas bandas diferentes''.
Tras la actuación, un pequeño grupo de críticos acusó a Gojira de promover el satanismo. Ante declaraciones, Joe Duplantier, cantante y guitarrista de la banda francesa, no pudo hacer más que reírse diciéndole lo siguiente a la Rolling Stone (vía Louder Sound): "Es historia francesa. Es el encanto francés, ya sabes, gente decapitada, vino tinto y sangre por todas partes: es romántico, es normal. No hay nada satánico".
"Francia es un país que hizo una separación entre el Estado y la religión durante la revolución. Y es algo muy importante, muy caro a los cimientos de la Francia republicana. Lo llamamos laicidad. Es cuando el Estado ya no es religioso, por lo que es libre en términos de expresión y simbolismo. Todo gira en torno a la historia y los hechos. No nos fijamos demasiado en el simbolismo en términos de religión".
