Crónica de Lori Meyers y Alcalá Norte en Noches del Botánico: “Emborracharme” con “La Vida Cañón”

Si hablamos del indie rock en España, los granadinos Lori Meyers son imposibles de pasar por alto. Por otro lado, si nuestra conversación deriva en qué banda está ahora mismo cotizando más al alza al menos en Madrid, esos son Alcalá Norte.

Ambos conjuntos se juntaban el pasado viernes para ofrecernos un show irrepetible en Las Noches del Botánico. No en vano, este era, casi sin buscarlo, un evento generacional.

"La vida cañón"

El que derrama tinta sobre estas páginas no puede hacer más que invitarte a escuchar a Alcalá Norte. Qué grupo, qué presencia, qué “rollo” tienen. Suenan a ese rock con tintes de post-punk (se nota la influencia de The Cure) que tan al alza cotiza hoy en día, pero con una personalidad tan propia como aplastante.

Procedentes de Ciudad Lineal, estos madrileños nos hacen vivir, con su directo, eso que ellos cantan de “La Vida Cañón”, su tema más conocido. La química entre sus miembros, por más que luzcan muy distintos entre ellos, es más que evidente. No se les puede ignorar, han venido para petarlo y no cabe duda de que lo van a hacer. Este fenómeno acaba de comenzar y, con directos así, no cabe duda de que sólo va a ir a más.

Si tienes la ocasión de ir a verles, no lo dudes, hazlo. Merecerá la pena.

"Empiezo a quererte"

Y después llegaban unos Lori Meyers a los que les sobran tablas. Noni nos dejó un momentazo al bajarse del escenario y bailar con el público ya en el clímax del show. Fue uno de estos shows largos que se te hacen cortos.

Desde el principio con “Seres de Luz” hasta el cúlmen con “Alta Fidelidad” todo fueron bailes, himnos y un público que, como comentaba una compañera “se estaba quedando afónico” de tanto darlo todo. No es para menos, le han puesto banda sonora a una generación.

A todo esto, tampoco faltó una invitada muy especial, Anni B. Sweet, que cantó “Primaveras” junto a la banda.

Otra cosa maravillosa, por cierto, fue tanto el sonido como el recinto. Lo bueno de Las Noches del Botánico es que su disposición y aforo hacen de la experiencia musical algo agradable. Es un festival perfecto para poder ver buenas bandas sin agobiarte entre una marea de gente.

En cualquier caso, tan a gusto como estábamos, disfrutamos aún más de trallazos como “Siempre brilla el sol”, “Mi realidad” (penúltimo tema en sonar) o el himno más grande que tienen los andaluces, “Emborracharme”. Y es que no había nadie presente que no se supiera aquello de: “Empiezo a quererte, empiezo a pensar que no hay un día que no quiera verte”.

Si a Alcalá Norte hay que verles, lo de Lori Meyers es un poco lo mismo: si no les has visto en directo al menos alguna vez, no deberías perderte la oportunidad de hacerlo.

Y es que lo que vivimos el viernes fue "La Vida Cañón"... alguno habría que se "emborrachara", pero lo que más nos embriagó, sin duda, fue la música.