Cinco embarazosos momentos en los que los rockeros se subieron borrachos al escenario

Marcados por una vida de excesos, estos grandes rockeros se subieron al escenario demasiado borrachos como para ofrecer una actuación decente

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No cabe duda de que muchos de los rockeros que han marcado a una generación han vivido una vida marcada por las fiestas y los excesos. Hay miles de historias sobre momentos tan divertidos como lamentables en las que grandes artistas se pasaron a hora de festejar. Sin embargo, el problema llega cuando los músicos están demasiado borrachos como para dar una actuación decente. Estos son cinco embarazosos casos en los que grandes rockeros se subieron borrachos al escenario:

  • Ozzy Osborurne y un desastroso "War Pigs"

No nos engañemos, las veces en las que Ozzy se ha subido al escenario demasiado borracho como para actuar se pueden contar por decenas. En este caso, en lo que parece un concierto a principios del los 2000, el cantante se puso a cantar "War Pigs" con Black Sabbath y hasta dejó que un fan le acompañara en el escenario. Entre los intentos de efectos especiales, la mala calidad y lo borracho que canta Ozzy, el vídeo se convierte en una experiencia de lo más curiosa. Al menos, consiguieron acabar la canción.

  • Keith Moon se queda fuera de combate

En este caso, más que por alcohol -que también- a Keith Moon le dio algo por pasarse con otras sustancias, más concretamente sedantes diseñados para animales. El músico aguantó, el 20 de noviembre de 1973, unos impresionantes 70 minutos de concierto antes de caer rendido tras tocar "Won't Get Fooled Again". ¿Cuál fue la solución de Pete Townshend? Pues llamar a un fan del público para que acabara en concierto. Al menos, el hecho de que Moon se pasara acabó resultando en que un individuo que había ido a ver un concierto de su banda favorita cumpliera su sueño de tocar con ellos.

  • Billie Joe Armstrong la lía en televisión

En 2012, Green Day estaba actuando en el I Heart Radio Music Festival que, en resumen, incluía a artistas de muchos géneros musicales que no eran del agrado de Billie Joe Armstrong. Cuando al cantante de Green Day le dijeron que tendría que tocar menos tiempo para que otro artista, Usher, pudiera expandir su actuación, el músico no se lo tomó muy bien. Al final de la actuación, mientras tocaba "Basket Case", el músico se dio cuenta de que a la banda solo le quedaba un minuto en el escenario.

En un estado de aparente ebriedad, el músico decidió parar la canción, recordar todo el tiempo que llevaba en la industria musical, meterse con Justin Bieber y destrozar su guitarra a modo de protesta. Este incidente acabó con el músico en rehabilitación. Las formas no fueron las mejores, eso no se puede negar, por más que prefiramos ver a Green Day antes que a Usher o a cualquier otro cantante que no sea de rock.

  • Lars Ulrich (Metallica) saca todo su poderío

¿Tiene Lars Ulrich, batería de Metallica, talento como cantante? Antes de ser la banda sana y sobria que conocemos hoy en día, los de San Francisco eran animales de fiesta. En esta grabación, los miembros de la banda se intercambian los instrumentos y un Ulrich realmente borracho comienza a cantar una versión de "Am I Evil". Lo cierto es que no se puede negar que, en este momento de euforia, el bueno de Lars lo hizo bastante bien. James, que también parece haber bebido lo suyo, se defiende con la batería de manera muy decente. De todas las cosas que hizo Metallica en estado de ebriedad, esta se salva de entrar en la lista de las malas. Eso sí, por otro lado, la cara de Lars durante el concierto da un poco de mal rollo.

  • A Van Halen se le va de las manos

En 2004, año en el que Van Halen realizó una gira de reunión con Sammy Hagar, el guitarrista se subió al escenario en un estado lejano de ser el ideal. Quizás fue por eso que, cuando decidió intentar hacer el tonto con su guitarra (destrozándola contra el suelo), se le acabó resbalando y el instrumento voló por el escenario. Por suerte, no golpeó a nadie en la cabeza.

RockFM